¿Qué queda de la Doctrina de Seguridad Nacional?

El legado del DSN en Seguridad Pública después de 1988

Resumen

Este artículo busca analizar el lastre de la presencia de las Fuerzas Armadas en la política brasileña en el campo de la Seguridad Pública después de 1988. A lo largo del siglo XX, las intervenciones militares en los hechos políticos del país fueron constantes, a través de golpes de estado o tutelaje de gobiernos civiles. Esta presencia militar en la política, que se remonta a antes del Imperio y que tiene como uno de sus principales hitos la Proclamación de la República, comienza a tomar un marco más claro durante la Era Vargas y se consolida con la Dictadura Militar instalada en 1964. El hilo conductor de la génesis de la institución militar en actor político que condujo al rol de gobernar el país fue la Doctrina de Seguridad Nacional, cuya elaboración se basó en la necesidad, percibida por los jefes de los cuarteles, de convertirse en una organización militar cohesionada y capaz de persiguiendo sus objetivos políticos, concebidos luego como fisiológicos para aquellos necesarios para el país. La Doctrina de Seguridad Nacional resultó en un régimen de seguridad nacional que duró 21 años y debería haber sido reemplazado por la Constitución de 1988. Años después, profundamente militarizado, con consecuencias desastrosas para la sociedad brasileña. En este texto, por tanto, resaltaremos la ontología de esta doctrina, sus aspectos constitutivos centrales y legados posteriores a 1988, enfatizando el problema de la Seguridad Pública.